miércoles, 6 de junio de 2018

👻 Dark Hedges, Armoy, Irlanda del Norte 👻

Es una antigua carretera, un tramo muy especial y único de la Bregagh Road en la localidad de Armoy al norte de Irlanda. Una avenida rodeada de hayas que la familia Stuart plantó en el siglo XVIII con el objetivo de impresionar a los visitantes y caminantes que se acercasen a su mansión "Gracehill House".


La mansión de la familia Stuart fue mandada construir por James Stuart en el año 1775. Es de estilo georgiano. La arquitectura georgiana, típica entre 1720-1840 (especialmente en Reino Unido) se la bautizó con ese nombre en honor a los cuatro reyes británicos llamados George (1714-1830). Era el estilo barroco inglés, propició el inicio de la arquitectura neoclásica inspirada en el renacimiento italiano. Se trataban de construcciones con formas palladianas con la finalidad de establecer un equilibrio entre orden y proporción. Este estilo dio origen al jardín inglés, un espacio abierto y natural, arbolado y sin formas artificiales, desmarcándose del estilo francés.  En la actualidad Gracehill es un club de golf. 

Y como todo paraje misterioso también está rodeado de leyendas, la más popular es la de "Lady Grey", la dama Gris, la figura etérea de una mujer que deambula y mora bajo la sombra de las hayas. Se cree que fue una sirvienta de la familia Stuart que falleció en extrañas circunstancias. Dicen que en cuanto la sobra de las copas de los árboles deja de cubrirla su espíritu se desvanece.

Dark Hedges se utilizó como escenario para ambientar muchas películas y series de Tv, como por ejemplo Juego de Tronos. También inspiró a muchos escritores para escribir sus relatos como al gran Edgar Allan Poe


martes, 5 de junio de 2018

👻 La Leyenda de La Casa de Los Tubos 👻



Actualmente la casa ha sido parcialmente derribada, pero a pesar de que ya no existe en su forma original, este lugar dio y da mucho de lo que hablar en la ciudad de Monterrey, Nuevo León (México). Durante décadas ha sido todo un icono de las leyendas urbanas de la zona. 

 La casa de los tubos era una construcción compleja y extraña, un feo bloque de hormigón con formas tubulares. Se comenzó a construir a principios de la década de los 70 pero nunca se llegó a terminar. Disponía de cuatro niveles, estancias circulares, ventanales inmensos y pasillos cilíndricos. Por un lado se accedía a las plantas por rampas hacia el otro todo eran escaleras. Durante su levantamiento dos obreros fallecieron en extrañas circunstancias.

La leyenda cuenta que un padre la mandó construir con este diseño tan inusual para su hija paralítica y así poder facilitarle la movilidad de su silla de ruedas. Un día quiso llevar a la pequeña a la casa para que viera con sus propios ojos el progreso de las obras, con tan mala suerte que la niña no pudo controlar su silla de ruedas en una de las rampas y se precipitó al vacío por una de las gigantescas ventanas del piso superior. Murió en el acto al impactar contra el suelo. Tras la terrible pérdida de su hija el padre se suicidó y desde entonces las obras se paralizaron. Multitud de personas afirmaron durante años que en la casa y sus alrededores se  escuchaban los desgarradores lamentos de una niña. 

Tanto el edificio como la parcela quedaron totalmente abandonados y dio cobijo a multitud de bándalos, curiosos, adolescentes que practicaron la ouja, también se dice que un hombre se suicidó en un árbol cercano y se habla de la muerte de un niño, hijo de un matrimonio que había ido a ver la casa (en venta). Tambiém leí algo de la aparición de un anciano jugando con un yo-yó. 



domingo, 3 de junio de 2018

🕸 Antiguo Campo de Tiro de Doniños, Ferrol. (A Coruña) 🕸


"Estaba en el patio pintando las contraventanas y se escuchaban los tiros como otras veces. De pronto oí silbar una bala por encima de mi cabeza y me agaché por instinto. A continuación vi el cristal roto. Una bala lo había atravesado e hizo impacto en la pared del recibidor. Me desplacé al campo y el jefe del polígono reconoció que había un destacamento de infantes especialistas que se preparaban para un concurso de tiro. Quedó demostrado que habían hecho los disparos fuera del campo, porque mi casa está a más de un kilómetro en línea recta. Varios oficiales vinieron a reconocer la vivienda y me repararon los daños". 

“Estaba sentado en la tabla y vi varias salpicaduras en el agua cerca de mí. De pronto sentí un golpe en la espalda y algo que me derribó y me lanzó sobre la superficie del agua”.

"Aquella mañana las paredes temblaron como si fueran de papel. Yo fui a avisar al guardia del polígono y a pedir que cesaran el tiroteo. Me respondió que aquel día estaban utilizando un tipo de bombas más potentes, pero que se trataba de un hecho aislado que no se volvería a repetir".

"Era miércoles y me encontraba haciendo deporte por el pinar de Doniños. Sobre las 13 horas me senté en una piedra que había detrás de la caseta de la Cruz Roja, a unos 600 metros del campo de tiro. Mi sorpresa fue enorme cuando vi que una ráfaga de ametralladora levantó la arena a unos metros escasos de mis pies. No supe qué hacer. Cuando terminó el tiroteo me fui a la puerta del campo. Vino el oficial de guardia, le conté lo sucedido y me contó que había una patrulla haciendo ejercicios por las dunas. Al día siguiente me presenté en el Cuartel General. Me dijeron que iban a hacer averiguaciones y que me darían una explicación. Aún estoy esperando. De todas formas tuve suerte, porque si llego a estar inclinado las balas me hubieran volado la cabeza".

"Había traído una tabla de surf de Santander y éramos pioneros en un deporte que aquí apenas se practicaba. Bajamos a las 8 de la mañana, había buenas olas, ... Nos metimos en el agua y empezamos a hacer surf. Estábamos a unos 300 metros de la playa cuando noté el impacto de una forma suave. Pedí a mis compañeros que mirasen porque, en principio, pensé que sería un abejorro, pero vieron un hilito de sangre. Al momento comenzamos a ver como las balas salpicaban a nuestro alrededor, y me di cuenta entonces de que me habían alcanzado. Salimos del agua y nos dirigimos a la puerta del polígono. Le dije al oficial de guardia que me parecía que me habían dado un tiro. Me miró y me puso una tirita. También nos recriminó por estar bañándonos en zona prohibida. Fue entonces cuando vimos la bandera roja. Lo que pasó es que la izaron y empezaron a pegar tiros sin tener en cuenta que había gente en el agua. Con la tirita puesta fui al médico en compañía de mi padre. Me miraron por rayos y descubrieron que tenía una bala entre la quinta y sexta vértebra. Me operaron en la residencia de Ferrol, y cuando salí, me presenté en el Cuartel General de la Armada y pedí que me recibiera el Capitán General. Enseguida lo hizo, y le pedí explicaciones. Sus únicas palabras fueron reproches y recriminaciones. Se negó a creerme cuando le dije que no estaba izada la bandera roja, y nuestra diferencia de opiniones hizo que él me invitara a abandonar su despacho, lo que hice dando un portazo. Se me pasó por la cabeza denunciar el caso, pero un abogado me aconsejó que no moviera el asunto. Eran otros tiempos, estaba empezando la transición, y los militares todavía tenían mucha fuerza". (1977)

"Estábamos sacando el pescado de la red y de pronto caí sobre la cubierta. Tenía las piernas y los brazos paralizados y momentáneamente quedé ciego. Me puse a gritar como un loco. Mi padre decía que era un calambre, pero yo sabía que se trataba de una bala porque llevaba un rato oyendo tiros procedentes de la costa". (1993)

Accidentes narrados por vecinos de la zona. Textos extraídos del blog Desde la Croa

(Fotografías del blog "Desde a Croa")

El antiguo Campo de tiro de Doniños "A Croa" fue inaugurado en el año 1931. Contaba con una extensión de unos 5000 metros cuadrados y disponía de varios edificios. Allí se realizaban todo tipo de pruebas y maniobras militares con armamento de corto y largo alcance, granadas de mano, diferentes explosivos y vehículos anfibios que se introducían en el lago. Estas instalaciones eran utilizadas no sólo por militares sino que también por miembros de todos los cuerpos de seguridad del Estado. Cuando se realizaban estos ejercicios se izaba una bandera roja para alertar a los bañistas ya que el recinto militar estaba pegado a la playa. Desde los años 40 a los 90 se produjeron un montón de accidentes con civiles. Sobre todo durante la última década la convivencia entre los vecinos, bañistas y estas actividades tan peligrosas era totalmente intolerable. Los últimos accidentes acontecidos provocaron su clausura en el año 1996 y actualmente está medio abandonado. Me hubiera gustado encontrar más información al respecto, pero parece que todo lo que concierne a la ciudad de Ferrol, una de dos o a nadie le interesa o es puro tabú. 


A continuación os muestro una serie de fotos propias del lugar, espero que os gusten.









viernes, 1 de junio de 2018

💀 CENTRALIA 💀 Ciudad en llamas.

En ella fue inspirado el videojuego Silent Hill..


Nos situamos en el mapa de EE.UU. concretamente en el estado de Pensilvania, allí existe una ciudad fantasma llamada "Centralia" perteneciente al condado de Columbia. De hecho la Route 61, que antiguamente pasaba por allí, se desvía en un tramo, muy fácil de obviar, para que los conductores no se adentren en las fauces del infierno y corran ningún peligro. 

Los orígenes de esta peculiar ciudad abandonada se remontan al año 1866 pero se cree que el terreno ya fue habitado en 1841. Durante la década de los 80 esta pequeña población minera contaba con alrededor de 1000 habitantes, en 2010 sólo quedarían 10, reduciéndose a 7 habitantes tres años más tarde. Todo tiene una fácil y muy entendible explicación, bajo la tierra un fuego arde a más de 700ºC.





El cierre de las minas de Centralia supuso un grave declive económico para toda la ciudad y en el año 1962 se desató la catástrofe. Las minas empezaron a utilizarse como vertederos de mierda y basura por los habitantes. Cierto día unos bomberos que estaban quemando los deshechos prendieron sin querer una veta expuesta de carbón antracita, aquello provocó que el fuego se avivara aún más hasta el punto de que comenzó a arder todo el subsuelo de Centralia hasta el día de hoy. Un fuego que llevan más de 50 años intentando apagar sin éxito, un fuego que los expertos calculan que todavía seguirá activo unos 250 años más.


Miles de afectados por la inhalación de monóxido de carbono tuvieron que abandonar sus casas, gases tóxicos, socavones en las carreteras, más de siete millones de dólares invertidos para la inútil extinción del fuego, millones de dólares de fondos estatales destinados para reubicar a los habitantes en otros pueblos y ciudades de Pensilvania. En la actualidad sólo quedan unas pocas casas, la mayoría de los edificios fueron arrasados y su estado es ruinoso, en general la ciudad está prácticamente abandonada. 


Miles de curiosos se acercan cada año atraídos por este fenómeno para contemplar un paisaje desolado y fantasmal a la vez que peligroso. A la entrada un cartel recibe a los visitantes con la siguiente advertencia en inglés:

PELIGRO: Mina ardiendo.
Caminar por este área podría resultar en serias lesiones o la muerte. 
Gases peligrosos activos. 
El suelo es propenso a un colapso repentino.