miércoles, 1 de enero de 2020

👻La Casa Encantada de los Espejos (Cádiz)👻

La Casa de los Espejos se sitúa en la Alameda Apodaca, en el casco antiguo de Cádiz, frente al monumento del Segundo Marqués de Comillas Claudio López, es una construcción de dos alturas, bajo, primera y segunda planta y en la actualidad el edificio está reformado, podría decirse que son pisos de lujo. Aunque en algunas páginas pone que siguen sin estar habitados, yo busqué la dirección en Google earth y por lo que se ve en las imágenes sí que parecen habitados. Lo curioso de este edificio es que pesa una oscura leyenda sobre el y es que antiguamente era una casa señorial, en ella vivía un almirante (marino) con su esposa e hija. El hombre, por su trabajo, viajaba constantemente y cada vez que regresaba de alguna de sus navegaciones obsequiaba a su pequeña con un bonito espejo.


Se dice que a la niña le gustaban tanto los espejos que le traía su padre que los coleccionaba y estos decoraban cada rincón de la casa. Los había de todos los tamaños, formas y modelos.  La niña fue creciendo y haciéndose un poco más mayor y cada año que pasaba el almirante sentía más pasión y predilección por su hermosa hija. Era algo tan desmesurado que despertó la rabia de su esposa al quedarse relegada a un segundo plano. La mujer comenzó a sentir muchos celos y envidia de su propia hija, legándole incluso a odiar hasta el punto de planear cómo asesinarla...


Cierta noche, durante la cena, la mujer sirvió un apetitoso guiso de pescado a la chica que previamente había envenenado con matarratas. La hija, muy agradecida por la deliciosa cena que le había preparado su madre, le dio un beso en la mejilla y se retiró a su habitación para descansar. Pero a la mañana siguiente apareció muerta, yaciendo en el suelo de su dormitorio. La mujer le dio sepultura pensando que el plan le había salido perfecto.

El almirante desconocía lo que había sucedido, no se enteró  hasta que llegó de su última navegación, como no, con más espejos para sumar a la colección de su preciosa hija. Cuando su esposa le informó de la fatídica noticia le mintió diciéndole que la niña había muerto a consecuencia de una enfermedad epidémica, el hombre sintiéndose culpable por sus ausencias decidió que dejaría de navegar para siempre.


Un día de madrugada una voz susurrante lo despertó de un profundo sueño diciéndole al oído: "Papá" Al momento reconoció la voz de su hija y se levantó sobresaltado de la cama, se dirigió hacia la cocina para beber un poco de agua y despejarse de lo que él creía que había sido una pesadilla. Pero cuando pasó por delante de uno de los espejos que colgaban en la pared de su habitación se quedó petrificado al ver a su hija reflejado en él. Ella con el dedo le pidió que la siguiese y fue apareciéndose de espejo en espejo mostrándole la verdad sobre su muerte.


Enfurecido, el almirante despertó a su esposa para pedirle explicaciones de lo ocurrido y ella asustada ante el relato de su marido de cómo había ocurrido todo confesó de inmediato su pecado esperando su perdón. Pero el hombre profundamente destrozado...

... y corto aquí porque surgen dos versiones distintas...

Una versión de la leyenda dice que el Almirante informó a las autoridades de lo ocurrido y su esposa pasó el resto de sus días encerrada en un calabozo. La otra que lleno de ira la mató y fue él el que acabó sus días en prisión.  Lo cierto es que desde entonces el Almirante abandonó la casa y nunca jamás se le volvió a ver por allí, ni a saber de él. 

Dicen que el caserón estuvo abandonado durante muchísimo tiempo hasta hace muy poco y que se sucedían toda clase de fenómenos paranormales, la gente joven que accedía al inmueble para curiosear y algunos vecinos de la zona aseguraban escuchar los ahogados llantos y gritos de la niña cuyo espíritu "se dice" quedó atrapado en los espejos y en la casa.


Es sabido que desde la más remota antigüedad se cree que los espejos son portales al más allá y otras dimensiones, de hecho fueron muy utilizados por civilizaciones antiguas como la egipcia o la griega. Los primeros adivinos árabes utilizaron sus propias miniaturas pulidas de cristal y en la antigua Grecia se dice que las brujas de Tesalia escribían sus oráculos con sangre humana en los espejos (de ahí se cuenta que enseñaron a Pitágoras a adivinar sosteniendo un espejo en dirección hacia la luna). Los romanos creían que si un espejo se rompía, las almas que contenía se liberaban y provocaban siete años de mala suerte. De ahí lo de la superstición de romper un espejo. Y en la cultura judía, no sé si a día de hoy se seguirá haciendo, se solían cubrir los espejos de las casas donde había fallecido alguien mientras duraba el luto, porque creían que el difunto podía quedar atrapado en uno de ellos. En otras culturas se cubrían los espejos por las noches para que en este caso el alma del soñador no quedase atrapada en ellos.


Espero que os haya gustado este primer post del 2020, hayáis pasado una muy Feliz Navidad 🎄 y este nuevo año os venga cargado de cosas maravillosas 💫