Hoy mi blog está de aniversario y cumple nada más y nada menos que once años en las redes. Para celebrarlo he decidido contaros una leyenda de mi tierra, Galicia, una de muchas leyendas que forman parte de nuestra tradición, de la superstición, de la mitología y el folclore popular gallego. Historias fantásticas, algunas medio ciertas, medio inventadas por el boca a boca, por las cantigas de antaño, por nuestros mayores, pero tan ideales para festejar el Samhain y pasar una noche mágica de difuntos y de brujas al calor de la lumbre mientras asamos y comemos liscos o castañas.
Que ya sabéis que en esta fecha tan señalada y que tanto me gusta se dice que las ánimas se reúnen en el fin del mundo, en la Finis Terrae que la llamaron los romanos, donde se acaba el mar y se abre la puerta al Más Allá uniendo así a vivos y muertos.
Entonces, ¿qué cuenta esta leyenda de la "procesión das Xás"?
Pues la leyenda dice que las almas de los vivos que están más cerca de ese ataúd que portan morirán antes que las que caminan más lejos. Estos “futuros difuntos” van siempre ordenados cronológicamente por fecha de muerte en la procesión, por lo que los primeros en encabezar la comitiva serán quienes perezcan en menos de una semana y los últimos podrían hacerlo incluso años después.
Es muy curiosa esta leyenda sobre todo en lo que refiere a la persona que ve, que observa y es testigo de este fenómeno porque se dice que si es un “amigo” del difunto quien ve la procesión es trasladado por esta en volandas hacia otro lugar en el que se despertará aturdido, totalmente confundido y recordando más bien poco. Por otro lado si quien ve la procesión es un “enemigo” del futuro difunto recibirá una paliza criminal, le arrastrarán por los “toxos” y ortigas y despertará de igual forma pero totalmente magullado y dolorido.
Pero al parecer no cualquiera posee la facultad para poder ver la procesión das Xás al igual que pasa con la Santa Compaña. Sólo podrán verlas quienes en el día de su bautizo su padrino se equivocara al recitar el Credo o los que fueran ungidos por confusión del párroco con el oleo de los muertos. En este caso habría que repetir nuevamente el ritual.También se dice que pueden verla quienes posean el tercer ojo (dedicaré otro post para desarrollar más a fondo este tema), el poder de la mediumnidad y la clarividencia o como hoy en día llamamos “sensitivos”. Pero a diferencia de otras apariciones o de la Compaña durante el paso de estos penitentes no se perciben olores ni a cera quemada, ni a flores de cementerio, ni a incienso y tampoco se les escucha rezar, ni arrastrar cadenas.
La procesión das Xás suele aparecerse a partir de la media noche en los alrededores de los Camposantos y los cruces de caminos solitarios del rural, poco iluminados, donde suele haber un "cruceiro" de piedra y donde antaño al paso de los entierros el párraco echaba los responsos, los rezos por el difunto.
La gran mayoría de estas leyendas y tradiciones las heredamos de la cultura de los pueblos celtas y muchas son compartidas con Asturias, Castilla (la estadea) o Extremadura, pero también se registran en otros lugares como pueden ser el norte de Portugal, Escocia y otras zonas de Europa.
Espero que os haya gustado esta leyenda y paséis un feliz, aunque raro (por los tiempos de pandemía que nos está tocando vivir) 🎃 Samhain 🎃