miércoles, 1 de abril de 2015

✪ La Casa de las Siete Chimeneas ✪


La casa de las siete chimeneas es uno de los edificios históricos más misterioso y oscuro de Madrid. Data del siglo XVI y antiguamente fue un caserón de campo, rodeado de huertos y hermosos jardines. En la actualidad alberga la sede del Ministerio de Cultura y sobre él se cuentan algunas leyendas sobre fantasmas.



Poco tiempo después de su construcción la casa fue comprada por un comerciante genovés, que fue el primero en realizar reformas en ella. Tras finalizar éstas reformas, el comerciante la vendió al doctor Francisco Sandi y Mesa y sería propiedad de sus herederos, hasta que en el siglo XVIII fue ocupada como refugio por el Marqués de Esquilache, ministro de Hacienda de Carlos III, debido al famoso motín. El motín de Esquilache tuvo lugar en Madrid en marzo de 1766, y fue una revuelta masiva que acaeció a consecuencia del descontento popular por la subida de los impuestos sobre productos de primera necesidad como el pan. La vivienda fue saqueada y a las puertas asesinado uno de los mayordomos. Hay quien dice haber visto su fantasma recorrer los pasillos cercanos a la entrada donde los enfurecidos sublevados le arrebataron la vida.

En el siglo XIX la Casa de las Siete Chimeneas se restauraría y acondicionaría para ubicar en ella la sede del antiguo Banco de Castilla. Fue durante estos trabajos cuando se descubrió el esqueleto de una mujer, junto a una saca que contenía siete monedas de oro de la época de Felipe II, emparedado entre los muros de los sótanos del edificio.

En el año 1948 la casa fue declarada "Monumento Histórico Artístico" y en 1960, tras una nueva reforma, aparecerían los restos de otro esqueleto emparedado, del que a día de hoy todavía se desconoce su auténtica identidad. 

Cuenta una de las leyendas que este lugar embrujado fue el nido de amor del Capitán Zapata y su joven esposa, Elena, hija de un montero de la corte del rey Felipe II. Pero Elena a quien realmente amaba era al monarca.  
Poco tiempo después de que la pareja contrajera matrimonio, el capitán fue llamado a filas y cayó muerto en la Guerra de Flandes. El curioso azar del destino no sorprendió a muchos, y menos a aquellos que, cada noche, habían sido testigos de las numerosas visitas de un caballero, vestido de incógnito, a la viuda del capitán. Se cree que la joven Elena fue amante del mismísimo rey Felipe II. 
Cierto día Elena apareció muerta sobre la cama de su dormitorio con una inquietante y enigmática sonrisa dibujada en su rostro. Pero lo más escabroso de esta historia, y lo que dio pie a pensar en un posible asesinato, fue que su cadáver desapareció misteriosamente tras la orden del rey de investigar el asunto. El padre de Elena, tras conocer la muerte de su querida hija, se suicidó en la misma casa. Al parecer el espíritu de la joven deambula por las noches sobre el tejado del edificio, caminando errática entre las siete chimeneas, ataviada de blanco y portando una antorcha en su mano.

Existe otra leyenda que hace referencia a otra joven y también amante de Felipe II, casada por conveniencia con un anciano hacendado. El rey y ella habían mantenido un escarceo amoroso que sólo quedó en eso. Al sentirse rechazada por el monarca, en la misma noche de bodas la mujer se quitó la vida en la casa, su cadáver apareció en los sótanos del palacete con un puñal clavado en el corazón y las arras, regalo que le había hecho el rey Felipe II, esparcidas alrededor de su cuerpo. Dicen que su fantasma también deambula por la Casa de las Siete Chimeneas y por las noches su espíritu despechado se asoma por los balcones a la vez que se escucha el perturbador tintinear de unas monedas.