Desde los orígenes de la humanidad los gatos negros fueron considerados animales mágicos. En tiempos del Antiguo Egipto hermosos seres sagrados y mensajeros de buenas noticias, estaban ligados a la Diosa Bastet, protectora del hogar y símbolo de la alegría, deidad de la armonía y la felicidad. Bastet se representaba bajo la figura de un gato doméstico o una mujer con cabeza de gato, en la mitología griega esta misma diosa era conocida con el nombre de Artemisa.
Desgraciadamente durante la Edad Media y hasta el siglo XVII, el gato negro y lo que representaba el gato en general, fue asociado a la brujería, al demonio y al mal de ojo en muchos lugares del mundo, perseguido y ajusticiado, como a tantos hombres y mujeres acusados de herejía, también fueron condenados a morir quemados en la hoguera. La quema de gatos pasó a ser algo habitual en las celebraciones religiosas. La propagación de la peste debido a la escasez de los felinos y a la superpoblación de las ratas los salvaría de tal hostigamiento. Pero aquella relación con la brujas lo convertirían en símbolo de la mala suerte, una creencia estúpida que a día de hoy perdura en algunas personas que se niegan a adoptarlos por el color de su pelo.
Lo que mucha gente desconoce es que en otras épocas como la victoriana (siglo XIX) el gato negro era un símbolo de ventura. Si un matrimonio recién casado se encontraba uno simbolizaría la prosperidad y felicidad en la pareja. Los antiguos lobos de mar también creían en el mágico poder del gato negro y solían llevarlo a bordo de sus barcos para atraer la buena suerte durante sus travesías. Para escoceses, ingleses e irlandeses el gato negro representa la prosperidad y la protección del hogar. Para italianos y latino americanos es presagio de enfermedad y muerte.
Expertos y científicos los califican como animales de un valor muy positivo para las personas con problemas como la depresión ya que los genes que determinan su color ayudan a luchar contra las enfermedades y por eso suelen ser gatos inmunes, longevos y de buena salud. De carácter agradecido y cariñosos, muy tranquilos, adoptan la costumbre cotidiana de dormir en la cama con sus dueños.
A mí siempre me han fascinado los gatos negros. Por mi barrio hay uno enorme que parece una pantera XD Vive en un piso bajo con sus dueños pero le dejan salir a la calle y siempre lo ves. Bueno, si vas de noche a lo mejor no XD
ResponderEliminar.Estelle.