domingo, 27 de agosto de 2023

⛤ El Espejo en el mundo esotérico ⛤


Se dice de los espejos que pueden reflejar la sombra del alma de las personas, su verdadera naturaleza. También se dice que son portales al más allá y una herramienta mágica para la adivinación, muchas civilizaciones antiguas se valían de los reflejos para sus predicciones. Pero el espejo es una herramienta peligrosa si no se sabe utilizar, lo mismo que la ouija, una puerta de entrada y salida a otros mundos que debe ser abierta y cerrada correctamente.


Aunque no se sabe con certeza el origen del espejo se remonta a antiguas civilizaciones como Mesopotamia y el Antiguo Egipto, de hecho los más viejos fueron encontrados a orillas del Nilo. Los primeros espejos consistían en unas pequeñas placas de metal súper alisadas antes de ser pulidas, pues era la forma de conseguir un reflejo. Además eran considerados artículos de lujo y sólo las clases más altas de la sociedad los poseían. Podían estar fabricados con metal o en algunos casos con obsidiana que es un mineral, un vidrio de origen volcánico de color verde oscuro o negro. En el mundo esotérico se la considera una piedra muy potente para la protección y la limpieza de las energías negativas. 


Durante la Edad Media la iglesia utilizaba los espejos para descubrir qué personas tenían el mal dentro, estaban poseídas por el demonio o su alma era impura. Lo cierto es que muchas culturas y folclores de todo el mundo creen que los espíritus atormentados pueden desplazarse de una dimensión a otra a través de los espejos, incluso los demonios.

En el judaísmo es tradición tapar los espejos de las casas en las que fallece alguien. Para los creyentes de esta religión el hombre es creado a imagen y semejanza de su creador, por lo tanto cuando alguien muere disminuye el reflejo de su dios, la imagen divina condensada en el alma al morir desaparece y el espejo devuelve la imagen del ser humano mortal. Es por este motivo que el espejo no debe ser usado y tampoco se debe rezar frente a él durante el velatorio. Creen que si no se tapa o da la vuelta, el difunto (su espíritu) podría quedar atrapado en él.   



El espejo que conocemos en la actualidad lo inventó un químico alemán llamado Justus Von Liebig en el año 1835, perfeccionó la técnica en la fabricación de espejos que consistió en aplicar una fina capa de plata sobre una de las caras de un panel de vidrio.

En la antigua China los espejos se utilizaban para capturar y canalizar la energía, también servían como regalo de compromiso para las mujeres. Colocar un espejo en la entrada de la casa deriva de esta cultura. Los orientales creen que un espejo en la entrada de los hogares repele lo malo y todo aquello que pueda perturbar la tranquilidad de la unidad familiar, además de alejar las envidias, a los espíritus malignos y a los demonios. Es por esto que Chamanes y expertos en Feng Shui recomiendan colocar uno en las entradas de todas las casas.


Cuenta la leyenda que un 
emperador chino consiguió llegar al poder gracias a saber utilizar un “espejo mágico”. Qin Shi Huang, el primer emperador de la dinastía Qin en el año 25 d. C, afirmó que su espejo le permitía ver las cualidades internas de quien se reflejaba en el. Un espejo mágico chino era una especie artilugio antiguo que se remonta a los tiempos de la dinastía china Han (entre el 206 aC – y el año 25 dC). Estos peculiares espejos estaban hechos de bronce sólido y a primera vista parecían espejos corrientes de metal. El frontal estaba muy pulido y el reverso decorado con diseños de formas en relieve. Cuando la luz se dirigía a la cara del espejo y esta se reflejaba en una superficie plana se proyectaba una imagen mágica.

Hay muchas leyendas de terror que tienen como protagonista a un espejo: Bloody Mary, el espejo de Myrtles Plantation o la leyenda la casa de los espejos de Cádiz (la primera y la última ya publicadas en este mismo blog). Otras historias hablan de cosas como que en la noche de San Juan, después de las doce, si sostienes una vela encendida frente a un espejo y te concentras en tu reflejo podrás ver el rostro de tu propia muerte o que si te encierras en el baño con las luces apagadas, encendemos velas a nuestro alrededor, abrimos los grifos del agua caliente para que se forme vapor y repetimos la misma táctica de concentrarnos en el reflejo podremos ver en el espejo nuestro propio funeral.


Cierto o no, lo que está claro es que los espejos nos dan respeto, hay incluso a quien no le gusta tener muchos espejos en casa. ¿Y de donde viene esa creencia de los siete años de mala suerte cuando rompemos uno?, de la Antigua Grecia y Roma. Para los griegos el reflejo de una persona en la superficie de un charco de agua revelaba su alma, mientras que para los romanos los dioses observaban su alma a través de su reflejo en los espejos. En el siglo III los espejos se hacían de vidrio por lo tanto rompían más fácilmente, lo de los siete años era cosa de los romanos ya que dividían los periodos en ese tiempo que era cuando el cuerpo se renovaba. Así que al renovar el cuerpo cada 7 años, también se recuperaría la fortuna.


Para evitar esos siete años de mala suerte cuando se rompe un espejo, la superstición dice que hay que seguir alguna de las siguientes indicaciones: 

-Deshacerse del espejo cuanto antes intentando no reflejarse en los trozos rotos. 

-Recoger todos los pedazos sueltos del espejo, meterlos en una bolsa de tela o papel y enterrarlos. 

- Arrojar sal por detrás de los hombros. 

- Usar uno de los trozos rotos para que la luna se refleje en él, debe hacerse en la primera luna llena después de que el espejo se haya roto.

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