domingo, 1 de agosto de 2010

✪ Shhh... Que viene Black Annis... ✪

El coco, el hombre del saco, el tío Camuñas, el Sacamantecas...

¿Quién no ha escuchado cuando era pequeño mencionar el nombre de alguno de estos personajes tan terroríficos? Algunos de ellos, por cierto, asesinos de infantes que realmente existieron mucho tiempo atrás en aquellas épocas de absoluta incultura. Tiempos en los que se creía que la sangre y grasa de niño era la verdadera fuente de la eterna juventud.

Hoy os voy a hablar de otro personaje igual de siniestro que quizás no conozcáis y cuya leyenda estremece. Sin duda se trata de una terrible "mujer cocón"...

En nuestro país conocía el caso de nuestra particular "mujer cocón", la famosa vampira de Barcelona, Enriqueta Martí Ripollés. Enriqueta sembró el terror por la calles de Barcelona allá por el año 1912. Secuestradora, proxeneta y asesina en serie de niños de corta edad; mercadeaba con la sangre de los pequeños, el tuétano de sus huesos y la grasa, que extraía con sus propias manos gracias a un gran cuchillo desollador. Cadáveres, cabelleras rubias (tenía predilección por este rasgo físico) y huesos  infantiles adornaban su entresuelo del número 29 de la calle de Ponent. 


El caso de Black Annis lo descubrí curioseando por la red y os aseguro que al igual que a mí, no os va a dejar indiferentes... Sólo una cosa diferencia a este personaje de la terrible historia de Enriqueta Martí y es que, a día de hoy, todavía se desconoce su origen, si existió de verdad o es solamente un mero personaje popular de ficción.

¿Realidad o leyenda? Soy de las que opina que todas las leyendas tienen algo de realidad y que a su vez todas las realidades tienen un poco de leyenda.

Ilustración de Francesco Francavilla

"Black Annis" la antropófaga de Leicester, en Inglaterra, es un personaje como aquí el  "coco"  o "el hombre del saco" pero en este caso en el folclore inglés. ¿Y  quién fue o "es" esta mujer de cuento de terror?  

Se decía que era una mujer que frecuentaba las zonas rurales de Leicester, le faltaba un ojo y poseía el aspecto de una horrenda y vieja bruja.  Sus dientes eran largos y su piel azulada, las uñas de  sus manos eran negras y afiladas como cuchillos, unas uñas tan duras como el acero con las que disfrutaba desgarrando y despedazando carne humana, especialmente la tierna carne de los niños. Si algún pequeño se extraviaba en el bosque, Black Annis lo encontraba...

Ilustración de David West

  Cuenta la leyenda que en las noches más oscuras Black Annis abandonaba la cueva en la que habitaba. Una cueva cuya entraba era tapada por el tronco de un gran roble en las colinas de Danehills. La bruja, muy hambrienta, abandonaba su cueva con el fin de asediar las casas de campo de los alrededores del condado de Leicester, en busca de las pequeñas e inocentes criaturitas que dormían ajenas al mal que se les avecinaba.

Normalmente la familia de la casa era alertada por algún ruido, por el estridente rechinar de los dientes de la perversa mujer o sus aullidos salvajes. Se armaban y conseguían asustar a la bestia que escapaba veloz, pero aun así, al amanecer, siempre faltaba la presencia de algún niño de la casa.

Afortunadamente para las gentes de Leicester,también había ocasiones en las que Black Annis no conseguía ninguna presa humana para comer. Era entonces cuando conformaba saciar su hambre con el ganado. Se creía que cuando esto sucedía, frecuentaba las cámaras subterráneas del Castillo de Leicester con el que se pensaba que conectaba su cueva de Danehills a través de un largo túnel excavado bajo tierra.

Avistada en los páramos y las laderas de las Tierras Altas de Escocia, siempre sentada sobre montones de huesos, todavía hoy en día se desconoce si existió, existe o es sólo un cuento de abuelas basado en  la  deidad celta Anu (de ahí Annis), esto último es afirmado por algunos autores. 

El caso es que hasta finales del siglo  XVIII en Leicester se organizaban batidas de caza con perros sabuesos en la cual se utilizaba como señuelo un gato negro muerto y bañado en anís. 

También  se cree que la historia de Black Annis pudo haber surgido basándose en un personaje real. Una mujer llamada Agnes Scott, monja dominica en la edad media que cuidaba a una colonia de leprosos en una cueva ubicada en lo alto de las colinas de Danehills.

La creencia en la existencia de Black Annis, la antropófaga de Leicester, se mantuvo viva hasta la mitad del siglo XX.