sábado, 26 de junio de 2010

✪ Simbología del Unicornio ✪


Las criaturas o animales mitológicos de la antigüedad se creían seres cuya existencia era certera, algunos de ellos como en el caso del unicornio, simplemente eran tergiversaciones derivadas de historias contadas sobre animales reales como el rinoceronte o el narval.


Desde niña siempre he sentido fascinación y una especie de extraña obsesión infantil, casi enfermiza, por la figura de este ser fabuloso, su representación y todo el significado que encierra en sí el unicornio. Blanco o negro, tiene cuerpo de caballo, barba de chivo, patas de ciervo, cola de jabalí o de león y un característico cuerno espiral en mitad de su frente, puntiagudo y que siempre crece recto hacia delante.

Cuenta la leyenda de los unicornios que se caracterizaban por ser criaturas hermosas, sabias, majestuosas, solitarias, esquivas e indomables. Vivían apartados del resto de los animales y eran respetados por la demás fauna cual dioses. Sólo se alimentaban de los frutos que colgaban de las ramas de los árboles y bebían de aguas en continuo movimiento, como el agua de las cascadas o de las corrientes de los ríos. No se dejaban ver con facilidad, sólo podían gozar de su presencia las personas puras de corazón, y los puros, tanto de corazón como de alma, podían llegar a tocarlos y acariciarlos con sus propias manos.

Amantes de la belleza más absoluta, la única debilidad de los unicornios es que eran capaces de renunciar a vivir en plena libertad al ser captados por los encantos de una bella dama virgen, a la que se rendirían eternamente.


Pero ¿qué es lo que representa la figura del unicornio? Ante todo representa o simboliza los dos sexos, el masculino y el femenino al mismo tiempo. El cuerno, su sexto sentido, recipiente de magia y símbolo fálico del hombre, si está dibujado en espiral es cuando también hace referencia al sexo de la mujer. Al cuerno se le atribuían poderes curativos y venenosos pues se creía que con él intuían todo tipo de peligros.

En la época del cristianismo se relacionó la figura del unicornio con una representación simbólica de Jesús, dado su elevado grado de pureza y espiritualidad. Fue el símbolo cristiano de la encarnación y representa la fuerza, el poder supremo, la libertad, la independencia, la pureza, la fecundidad, la imaginación, los sueños y las ilusiones; además de considerarlo un talismán contra el mal de ojo.

Durante la Edad Media era apreciado como el animal más poderoso del mundo, capaz de derrotar hasta a un elefante. La gente, por aquel entonces, convencida de la existencia de tan mágico ser, llegaban a codiciarlo más por su valor material que por lo que realmente representaba: los sueños, las utopías y las ilusiones. Sobre todo las familias más adineradas buscaban como hacerse con el preciado cuerno del animal, con el que supuestamente creían que tendrían una vida dichosa y larga. Incluso se llegaron a organizar cacerías y expediciones a la India con el fin de dar con él. Se cuenta que nobles y reyes pagaron cantidades ingentes de dinero por supuestos cuernos de unicornios que ni ellos mismos podían autentificar, ni identificar como tal.



Se cree que el "Elasmotherium sibiricum" un enorme rinoceronte asiático que se extinguió a finales del Pleistoceno (hace unos 10.000 años) y que poseía un sólo cuerno largo y afilado en su frente, pudiera ser el origen de la leyenda del unicornio.

Existe una tradición occidental que dice:
“El universo comenzó en un huevo que, al romperse su cáscara, expandió el caos por todas partes. El primer hombre creó el universo a partir de este caos. Cuatro animales fueron testigos de este quehacer: El dragón, la tortuga, el ave Fénix y el unicornio”.



3 comentarios:

  1. Muy interesante relato. Me hubiera gustado ver al unicornio como montura del rejoneador, para darle una defensa al pobre caballo.

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  2. Desconocía el protagonismo que ha tenido en determinados momentos de la historia. Me ha gustado mucho :) :)

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  3. Buenas Sr. Bwana me alegra tenerle por estos lares. Pues la verdad es que un toro ante un unicornio creo que no tendría nada qué hacer jejeje... Al menos sería un espectáculo mucho más bonito seguro ;)

    Querido Litle Bastard ni te imaginas cuánta ilusión me ha hecho que te haya gustado esta entrada. Te mando un besazo enormeeeeeeeeeeeeeeee!! ;)

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